THE DEFINITIVE GUIDE TO VIERA VIDENTE

The Definitive Guide to viera vidente

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Su experiencia también puede homologarse con las místicas indias y las técnicas budistas del “retorno hacia atrás” que al remontar el Tiempo “a contrapelo” acceden al eterno presente atemporal, anterior a la “caída”.

Todas las técnicas ascéticas y contemplativas y las iniciaciones esotéricas tienden a transformar al hombre, a “curarlo” de la degradación temporal. El hombre “enfermo”, debe volver a nacer. La filosofía de la India aporta una “medicina nueva” para el sufrimiento y la angustia existencial. La “curación” está presente en todo el saber tradicional. El ilusorio velo de Maya debe ser desgarrado para acceder a la no-dualidad, al centrum naturae de Boehme, o a la “vacuidad resplandeciente” de los maestros del Zen. Los santos y los místicos, los shamanes y los magos, guardan especialmente esa huella primordial en las capas profundas de su psique.

La analogía poética –dice Breton– tiene en común con la analogía mística el hecho de que ambas transgreden las leyes de la lógica y muestran al espíritu la interdependencia de dos objetos de pensamiento situados sobre planos diferentes, entre los cuales, el funcionamiento lógico del espíritu no es apto para establecer ningún puente y se opone a priori a que todo puente sea establecido.

El hombre debe transformarse, de lo contrario la revolución y el progreso serán la continuidad modificada de un estado de confusión y de caos. Debe comprender que la evolución inside es posible y que existe un significado más allá y por encima del significado corriente de la vida.

Como Novalis, considera que la tarea suprema de la cultura consiste en apoderarse del “yo” trascendental. Para ello, el poeta deberá sustraerse a la experiencia sensomotriz mediante un heroico trabajo de despojo, tornar a la psique permeable y receptiva y avanzar unificando la aparente pluralidad del cosmos en una introversión incesante.

Existe sin duda una prehistoria que posee un conteni­do distinto y difiere esencial e interiormente del for eachíodo histórico. El relato mitológico –como reconoce Eric Fromm– no es simplemente un producto de la imaginación desbordada de seres “primitivos”, sino un recipiente de apreciados recuerdos del pasado. “Los mitos­ –expre-sa Malinowski en Fantasy in Primitive Psychology– no se perpetúan por interés vano o como mero relato de ficción, sino que constituyen la afirmación de una realidad primera, más grande e importante”.

Más discutible es el estudio que Le Breton dedica al soneto El Desdichado, una de las piezas más difundidas de Gerardo. El crítico supone que la clave de Les Chimères y especialmente de El Desdichado, obedece a un doble origen: el simbolismo de la alquimia y el simbolismo del Tarot, conocidos por Nerval a través del Dictionnaire Mytho-Hermétique, de Pernety y del volumen octavo de Monde Primitif, de Court docket de Gebelin, donde se encuentra el grabado de las 22 figuras del Tarot y se demuestra la perfecta analogía existente entre los símbolos de la antigüedad.

Todo se entreteje para formar un todo, unas cosas actúan y viven en las otras, suben y bajan como fuerzas celestes y se entrecruzan con sus cubos de oro, oscilan de un lado a otro, con benéfico impulso, bajan del cielo y atraviesan la tierra y resuenan armónicamente en todo el universo. ¡Grandioso espectáculo!

Es pure, entonces, que el primer anhelo del hombre que ha reconocido la realidad de ese estado de sueño, esté determinado por la necesidad de despertar. Gurdjieff­ señala que el comienzo del trabajo para lograr la autoconciencia debe iniciarse con la recordación de sí mismo, pero afirma que sin la dirección de un hombre despierto que guíe el desarrollo de las faculta­des de la mente, será difícil acceder al tercer estado de conciencia. Mediante la autoobservación perma­nente se adquiere la certeza de que “yo es otro”. El “otro es el verdadero él, el verdadero ‘yo’, aquel que aparece en la vida sólo durante instantes muy breves y que puede convertirse en algo firme y permanente después de un largo for everyíodo de trabajo”.

La puerta es estrecha y angosto el ca-mino que conduce a la vida, y pocos son los que lo encuentran.

Hemos intentado glosar al creador y la obra en una época no tan lejana de claros y de sombras, pero es necesario –a modo de colofón– learn this here now decir unas palabras, aunque sean arriesgadas, acerca del arte poética de Eduardo Azcuy, según se desprende de su trabajo como poeta, como teórico y crítico de los poetas ocultistas examinados en su extraordinario libro, que ahora se reedita por compulsión de los tiempos maduros.

       El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la cólera del mar tempestuoso y la espada destructora, son porciones de eternidad demasiado grandes para el ojo del hombre.

La gran ascesis surrealista comienza con una toma de conciencia de lo absurdo del mundo, de la gratuidad de la existencia. La vida se les presenta como una inconsistente sucesión de momentos carentes de sentido. Hay una ansiedad frente a la muerte y a la nada. Ese vértigo mórbido, esa náusea en el sentido sartreano es solamente un punto de partida.

La vieja concept de que en medio de la vida estamos rodeados por la muerte, se manifiesta en una nueva interpretación, la vida no está rodeada por la muerte sino que la contiene…

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